Origen del Chocolate
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El cacao es un fruto tropical, lo que significa que solo se puede encontrar en áreas ubicadas entre los trópicos de Cáncer y Capricornio.
Necesita un promedio de 1500 a 2000 mm de agua al año y temperaturas de alrededor de 33ºC (91ºF) para crecer.
Es un árbol perenne y su origen biológico es la sabana amazónica, un área que forma parte de la cadena fluvial que alimenta el gran río Amazonas.
La propagación del Theobroma Cacao, a Centro y Norte América se produjo de manera natural y se debió a la traslación de sus semillas por animales como monos y loros, entre muchos otros. Alguna teoría también sugiere que se extendió a través del río Orinoco continuando su dispersión hasta que fue encontrada y cultivada por las culturas mesoamericanas, en el territorio hoy conocido como México, donde más tarde fue descubierta por las expediciones españolas.
Como el cacao llegó a ser chocolate.
Los primeros registros de la historia del chocolate nos llevan al descubrimiento de América por los españoles y su llegada a las costas de México, donde los nativos solían cultivar el cacao muchos siglos antes de su llegada.
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Existe una gran cantidad de información sobre la importancia del cacao para las culturas mesoamericanas. Para los Mayas por ejemplo, el cacao era considerado El Alimento de los Dioseses y se usó para preparar una bebida llamada Xocolatl, hecha de granos de cacao con agua, esta mezcla era un alimento poderoso, que solían consumir durante las ceremonias espirituales.
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Cuando los aztecas conquistaron los territorios Mayas, mantuvieron y difundieron el valor dado por aquellos al Cacao. La narrativa histórica cuenta que usaron al cacao también como moneda.
Se dice que Cristóbal Colón fue el primer europeo en probar el Xocolatl, pero fue Hernán Cortez quien lo llevo a Europa, alrededor del año 1530, convirtiéndose en uno mas de los maravillosos productos llevados a tierras europeas desde el nuevo mundo.
Aunque al principio no era algo sabroso, debido a su amargura y astringencia, fue presentado en tribunales y palacios reales en la mayor parte de Europa, donde rápidamente se hizo muy popular. Comenzaron a mezclarlo con otros ingredientes, como el azúcar y otras especies para hacerlo más sabroso.
Al ser un bien limitado y considerado exclusivo, su consumo estaba destinado únicamente a la aristocracia.
La popularidad del cacao en muchos países europeos despertó el interés de cultivarlo, y se comenzaron a hacer cultivos especialmente en los territorios tropicales bajo el dominio de los poderosos reinos de España, Holanda y Gran Bretaña.
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El camino para transformar el cacao en la deliciosa mezcla hoy conocida como chocolate comenzó en 1728 cuando Walter Churchman desarrolló una máquina de vapor utilizada para romper semillas.
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En 1828, Van Houten inventó una prensa de tornillo para separar la manteca los granos de cacao, lo que resultó posteriormente, en el descubrimiento del polvo de cacao.
Alrededor de 1847, Francis Fry mezcló azúcar con manteca de cacao y pasta de cacao, y desde entonces, las innovaciones y los descubrimientos tecnológicos han contribuido a miles de increíbles combinaciones de ingredientes que han resultado en nuestro mundialmente amado chocolate.
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Hoy en día, más del 50% del cacao del mundo proviene de los cultivos en países del norte de África occidental, liderados por Costa de Marfil, Ghana, Camerún y Nigeria, seguidos por países de América del Sur y Central como Brasil, Ecuador, Perú y Nicaragua.
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Así como en el siglo XVI, el cacao sigue siendo un recurso limitado y las grandes empresas han impulsado su cultivo en países considerados nuevos productores como Indonesia, Filipinas, Vietnam, Madagascar e India.
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Los países del norte Europeo son considerados los padres de la ciencia del chocolate, ya que aquí no solo se originó su producción, sino también donde tuvo lugar el desarrollo de la tecnología para transformar el cacao en chocolate.
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